viernes, 26 de junio de 2015

PUBLICIDAD SUBLIMINAL

By: Dennisse Chauca
 
En el caso de las imágenes en movimiento el ser humano no es capaz de percibir de manera consciente cada una de las imágenes que se proyectan sobre un pantalla a una cadencia de más de 14 imágenes por segundo. Sin embargo el cerebro sí es capaz de percibirlas, de tal manera que cualquier mensaje que se inserte por este método puede ser percibido de forma subconsciente, lo que algunos han aprovechado para afirmar que este tipo de imágenes influyen en la voluntad del individuo a la hora de realizar una determinada actividad.

En 2006, un equipo de psicólogos sociales de la Universidad de Utrecht compuesto por Johan Karremans, Jasper Claus y Wolfgang Stroebe consiguió hacer anuncios subliminales eficaces, pero en unas condiciones de laboratorio y considerando una serie de factores adecuados.

Su investigación sugería que la publicidad subliminal era solo eficaz con productos que la gente conocía y que en cierto modo les gustaban. Los fogonazos hacen que el nombre de una marca sea más "accesible cognitivamente", según su teoría, así que tendría poca eficacia para marcas muy conocidas. Es decir, una marca como Coca Cola no se volvería más reconocible de lo que ya es.

El mensaje puede incluir imágenes, sonidos, formas, colores o palabras que estimulen o produzcan rechazo. La manera en que aparezcan nos permite señalar dos tipos de percepción:

Percepción consciente
El mensaje se compone de elementos que son percibidos conscientemente. En él cualquier tipo de estímulo se reconoce con claridad, por lo que el público que lo recibe puede elaborar un juicio de acuerdo con su esquema de valores y con pleno conocimiento de lo que se le propone.

Percepción inconsciente
En este caso el mensaje incluye estímulos que no son percibidos a primera vista, pudiendo generar en el individuo una respuesta que no controla al mismo nivel que cuando sí es consciente de ellos. 

En conclusión, y en lo personal, considero que la publicidad subliminal (especialmente aquella que utiliza estímulos relacionados con el sexo) puede tener un cierto efecto en algunas personas, en momentos y circunstancias concretos; pero, de ninguna manera con los efectos casi mágicos que algunos consideran que tiene.

En todo caso, ya sea mito o realidad, la publicidad subliminal es un tipo de publicidad que no es bien vista y hasta es prohibida en varios países (debido al temor que tiene la gente a que le laven el cerebro para que compre un x producto en contra de su voluntad)
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