Smite
Lo cierto es que ha
pasado ya un año desde que Smite está en el mercado y en el cada vez más
extenso catálogo de MOBAs. Para mí, hasta hace poco, Smite no era más que un
hechizo de invocador de League of Legends Microsoft lo ha llevado a Xbox
One. Y con razón cada vez son más las marcas de deportes electrónicos que
organizan competiciones de Smite.
Es un juego electrónico que
da a conocer las historias de las diferentes mitologías, los cuales caracterizan
los poderes de cada dios, cada vez con más actualizaciones como son los
aspectos de los dioses, tratando de que el mundo gamer estén siempre alerta de
sus nuevas actualizaciones como son en dioses y aspectos para que puedan
obtenerlos.
También como para todo
los jugadores novatos hay personajes exclusivos para manejarlos hasta que
puedan superar ese nivel y puedan acceder a nuevos dioses, también Smite creo
un mundo nuevo y diferente a Dota ya que tiene sus propios ítems ataques
aspectos y su propio universo.
Smite es un juego que
está cuidado al detalle, al que parece que Hi-Rez le haya dedicado muchísimo tiempo
y muchísimos mimos, porque si no, no habría salido también. Es su alta
calidad gráfica la que te lleva a olvidarte de que estás en un juego
online, la que te da la sensación de que estás jugando a cualquier juego del
corte de God of War o The Witcher. Es impresionante el escenario en el que se
juega, todo el fondo, los montes, los caminos, el agua... Es toda una obra de
arte.
Si estás, como yo,
acostumbrado a los MOBAs tradicionales, probablemente te darás de bruces con un
control que, al principio, no serás capaz de dominar. Tu nivel de manquez Eaumenta
si también eres una persona que juega bastante a MMOs del tipo World of
Warcraft. Y es que en Smite los controles no son Ratón+QWER. Aquí
te mueves con WASD, giras al personaje con el ratón y usas tus habilidades con
1234. La mezcolanza de controles hará que te pierdas al principio, pero en
cuanto lo consigues memorizas todo va como la seda.
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