sábado, 4 de abril de 2015

Una feliz, floreciente ciudad sin publicidad

En el 2006, Gilberto Kassab, alcalde de São Paulo, Brasil, aprobó la "Ley Ciudad Limpia". Citando la creciente preocupación por la contaminación rampante en su ciudad, Kassab decidió que era suficiente. Pero esta no era una ley común y corriente. En vez de ir detrás de las emisiones de los autos o simplemente la basura, Kassab fue tras las vallas publicitarias. Kassab quería acabar con la "contaminación visual".
Decir que la contaminación visual era tan fastidiosa como la contaminación del aire y el ruido, Kassab prohibió todo cartel, publicidad en bus o cartelera en São Paulo con la “Ley Ciudad Limpia”. Incluso señalización de cualquier negocio tenía que irse. En cuestión de meses, las autoridades de la ciudad habían eliminado a decenas de miles de anuncios, tanto grandes como pequeñas para gran consternación de los dueños de negocios, quienes dijeron que la prohibición de publicidad seguramente iba a arruinarlos.

Cinco años más tarde, han ido todos los negocios en São Paulo en quiebra? Difícilmente. De hecho, la mayoría de los ciudadanos y algunas entidades de Publicidad informan estar bastante satisfechos con la “Ley Ciudad Limpia”. Una encuesta de este año encontró que un 70 por ciento de los residentes dicen que la “Ley Ciudad Limpia” ha sido "beneficioso".

Cuando las empresas están preocupadas, resulta que algunos anunciantes son realmente agradecidos por la prohibición, ya que les ha obligado a reevaluar y mejorar. Las empresas tienen que encontrar sus propias maneras de promover productos y marcas en las calles. São Paulo comenzó a tener una comercialización mucho más guerrillero [estrategias no convencionales, tales como acrobacias públicas y campañas virales] y le dio una gran cantidad de poder de línea y campañas en los medios sociales como una nueva forma de interactuar con la gente.



Andrea Restrepo

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