Una marca de lencería pone pechos (enormes) a sus empleados en esta ingeniosa campaña
Para convencer al consumidor de las bondades de un determinado producto lo mejor es ponerse (literalmente) en su piel. Así lo cree al menos la marca belga de lencería PrimaDonna, que ha emprendido una iniciativa cuanto menos curiosa.
Para comprender mejor a sus clientas (a las dueñas de pechos grandes para más señas), Ignace Van Doorselaere, CEO dePrimaDonna, ha tenido una ingeniosa (y pesada) idea: obligar a los empleados masculinos de la compañía a portar durante 24 horas pechos postizos de casi 3 kilos para vivir en primera persona la experiencia de tener que cargar a diario con una copa E de sujetador.
Con esta singular iniciativa (una campaña publicitaria en realidad), PrimaDonna, que se especializa en la confección desostenes de talla grande, pretende trasladar a sus clientas que entiende de verdad sus necesidades (o al menos lo intenta).
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