El poder de la imagen o cómo conseguir que los usuarios miren menos y vean más
El auge de las redes sociales, del consumo de vídeo y de elementos de comunicación como los memes o los gifs, que se han convertido en parte de la nueva cultura popular, dan buena cuenta de los cambios que ha propiciado la plena integración del mundo digital en la vida de los consumidores.
La tendencia hacia el contenido visual se ha impuesto entre los usuarios cada vez más adeptos a servicios como Instagram o Snapchat y, en consecuencia, también las marcas han reorientado sus estrategias poniendo el contenido visual en el centro de sus acciones.
Cuando se trata de atraer las miradas de los consumidores en un mundo saturado de información en el que la lucha por la atención es feroz, cada detalle cuenta.
El alcance del universo digital ofrece enormes oportunidades en cuestión de alcance y la posibilidad de conseguir nuevos clientes o consumidores se verá notablemente aumentada si lo que refleja es una imagen cuidada al detalle, de calidad y única.
Para lograrlo resulta imprescindible encontrar la manera de presentar de forma creativa y original que transmita el ethos de la compañía no solo en los productos o servicios sino también a la hora de poner cara a los equipos o de hacer partícipe al público abriéndole las puertas de las instalaciones de la compañía.
Pero también es clave la imagen en los eventos, cada vez más habituales en los diferentes sectores del mercado, y en los que impactar será esencial para marcar la diferencia y posicionarse en la industria.
Lo mismo ocurre en el caso de los vídeos, un formato de gran éxito y que contribuye, sin duda alguna, a construir una imagen cercana y fiable de cara a los usuarios.
La variedad de planos, la calidad de la imagen y un montaje acorde a la temática son algunos de los elementos que se deben tener muy en cuenta a la hora de elaborar un proyecto audiovisual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario