En nuestra época, no es nada nuevo que seamos bombardeados constantemente con publicidad por todos los medios posibles, pues aquello es muy necesario para poder dar a conocer un producto o servicio, por lo que es muy raro que alguien no lo haga. Pero en bélgica un odontólogo llamado Luc Vanderborght, casi es condenado por la ley al publicitarse, esto debido a una ley de ya mas de medio siglo.
Luc Vanderborght viéndose en la necesidad de atraer clientes recurrió a medios para publicitarse, en los que se su pagina web, folletos y anuncios en el periódico. Ante esto el gremio de dentista al que pertenece, decide tomar acciones legales en su contra, basándose en una ley de 1958 que dicta así: "Nadie podrá llevar a cabo, directa o indirectamente, publicidad de cualquier naturaleza dirigida a tratar o hacer tratar en Bélgica o en el extranjero, las afecciones, lesiones o anomalías de la boca y los dientes". El problema creció lo suficiente como para ser llevado a la corte europea. Vanderborght, a fin de defenderse, argumento que las leyes belgas incumplen el derecho comunitario al no no dejarlo publicitar su negocio sin restricciones. Al final el juzgado estuvo a favor de Vanderborght, pues contradice la libre prestación de servicios que reconoce el derecho europeo.
Esto nos lleva a creer que la publicidad mas que un medio para dar a conocer algo, se ha convertido en una necesidad, pues es demasiado fundamental mostrar al cliente lo que tenemos para ofrecer. Pues suena algo muy complicado el vender algo sin que la gente sepa que existe. El caso del doctor Vanderborght nos da un claro ejemplo de eso, es decir nos muestra que es algo que se debe hacer, incluso, aunque tengamos que romper leyes y en algunos casos olvidarnos de la moral.
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