jueves, 6 de julio de 2017

El negocio de la creatividad viral

El negocio de la creatividad viral

SamyRoad es una empresa ‘online’ que pone en contacto a personas influyentes en redes sociales con las marcas

Son capaces de pinchar la burbuja del fenómeno de los influenciadores en Internet en menos de dos frases. Su negocio va de eso.
Patricia Ratia, Marta Nicolás y Juan Sánchez comparten generación (1986, son millennials) y empresa. Dejaron sus trabajos —en Deloitte y L’Oréal, respectivamente— para montar SamyRoad en 2012. La startup, que cerró 2016 con 1,5 millones de facturación, es una gran galería que sirve de punto de encuentro a creadores, categorizados por influencia y área temática en Internet, y marcas que los buscan para que promocionen sus productos a través de contenidos personalizados.
La influencia es la capacidad y la fuerza para prescribir un sitio, un producto, una prenda de ropa, un coche… Y la influencia online, o sea, el peso en redes como YouTube, Instagram o Twitter, es hoy la moneda más cara de Internet. Hasta la irrupción de las redes sociales en la vida de los ciudadanos, esa labor la hacían los líderes de opinión desde los medios. Marcas, publicistas, creadores y consumidores saben que esto ha cambiado y que Internet iguala a todos los interlocutores. Las marcas lo conocen, pero aún les falta una estrategia. “Saber quiénes son, dónde están, qué hacen, cómo hablan y cuánto cuesta pagarles”, apunta Patricia Ratia, responsable financiera de la startup. “Muchas marcas y agencias aún no conectan con las nuevas generaciones que se manejan con la imagen y, sobre todo, en vídeo”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario