Dejar “ojiplático” al espectador. Ese parece ser el objetivo de la nueva y surrealista campaña que la cadena de comida rápida KFC acaba de lanzar en tierras germanas.
La campaña, que lleva por lema (atinadísimo) “Das glaub ich jetzt nicht” (No me lo creo), está integrado por dos spots de 20 segundos de duración que poco tienen que ver a priori con el pollo frito de KFC, pero que procuran toneladas de diversión al espectador (y que le animan a hincar el diente a los nuevos y baratísimos menús “KFC Value Box” de apenas 1,99 euros).
El primero de los spots está protagonizado por un hombre de muy corta estatura que, totalmente desprovisto de ropa, se dispone a arrojarse al vacío desde una altísima torre para caer sobre un cubo vacío convenientemente sujeto por la muchedumbre.
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