domingo, 9 de julio de 2017

El sexo en la publicidad

El sexo en la publicidad

Una colonia, un café, un coche, un refresco o unos cosméticos pueden ser el santo grial del éxito sexual. ¿Venden felicidad los anuncios publicitarios? Claro, siempre y cuando se adquiera el producto que venden y se siga el ritual. No asegura nada ni garantiza una noche en cama ajena, pero ayuda a ganar seguridad de cara al sábado por la noche, en el coto de caza. Está la finalidad de la felicidad actual en el sexo mediante publicidad.

Se usa el sexo como reclamo para atraer compradores porque, aunque no lo pretendan, "esto se trata de mover dinero". Lo hacen las discotecas con sus promociones especiales tipo Chicas Party donde las mujeres no pagan y sí los hombres. ¿Hay quejas? Pues bueno, aparte de los sectores de la lucha por la igualdad, nadie o casi nadie iba a poner el grito en el cielo. "Durante muchos años se ha abusado del reclamo sexual para vender y, últimamente, la gente está más saturada de ello".

Sin embargo, De Córdoba advierte que "hay que tener en cuenta que, en muchos casos algunos usos, especialmente de la mujer, hoy son considerados (y con razón) sexistas, al mostrarla como un objeto". Guido Corradi, psicólogo experto en temas de consumo, opina que la tarea del publicista "es hacer lo que creen que es mejor para ellos y si seleccionan esa forma de vender es porque les debe parecer efectiva. Está en manos del consumidor transmitirle con sus acciones que quizá no queremos ese tipo de mensajes (por ejemplo, cuando usan juguetes etiquetados por género)". 

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